viernes, 3 de febrero de 2017

El cazador de Imágenes. César Muñoz Sola en la Galería F. Echauri, de Pedro Luiz Lozano Úriz

El cazador de imágenes

El taller recuperado: César Muñoz Sola


La galería Fermín Echauri presenta una exposición sobre César Muñoz Sola, uno de los autores más emblemáticos de la pintura navarra del siglo XX. Además hay que decir que es la primera exposición que se hace en nuestra Comunidad desde el fallecimiento de este autor, lo que supone un doble logro por parte de este espacio, al que hay que agradecer su esfuerzo y voluntad por recuperar la figura de este conocido artista.

Ahora bien la exposición no es una antológica al estilo oficial, que por cierto bien merece ser realizada, sino una muestra de galería y por ello su contenido, discurso y objetivos son diferentes a los de una exhibición retrospectiva. En gran medida ésta es una exposición que podría haber hecho el propio César en vida ya que en ella se han mostrado cuadros, creo que en su mayoría inéditos, que el autor conservaba en su propio estudio.

Las obras son clásicas, fundamentalmente paisajes de la Ribera así como otros géneros como bodegones. En los primeros predominan las escenas al aire libre realizadas por el autor en sus salidas cotidianas, a veces acompañado con su hijo Tomás. Retratan la naturaleza del campo y los perfiles urbanos de Tudela y sus entornos circundantes. Responden por ello, a una actividad pictórica personal, alejada de los encargos oficiales que nos permite asomarnos a un universo más intimista del pintor.

En este sentido y de ahí deriva el título de la crítica, César se comportaba como un cazador, en su caso como un cazador de imágenes. Estos cuadros son fruto de disparos visuales realizados por el pintor cuando solía recorrer un camino y en un momento determinado se sentía atraído o conmovido por un horizonte, un encuadre de árboles, montes, campos, etc… y él los transformaba entonces en sus modelos pictóricos.

Hay por lo tanto una cierta espontaneidad en los enfoques, modelos y momentos elegidos y por ello el autor no siente la necesidad de terminar de definir siempre todos los detalles y elementos ya que, ante todo, busca captar, desde su buen oficio, su impresión, su interés por el paisaje elegido. Esto dota a muchas de estas pequeñas obras de una mayor originalidad.

César Muñoz Sola se presenta entonces, ante el espectador que acuda a ver esta muestra, en un guía que enseña a contemplar y a recorrer los variados paisajes de las tierras riberas que él sentía con tanto cariño y que le impresionaban por su particular fuerza y belleza. Estos pequeños cuadros de taller son la vivencias de un hombre que amó la naturaleza y que supo expresar esa admiración con el buen hacer de sus pinceles.

Pedro Luis Lozano Úriz